En pleno centro de Zaragoza, junto a las murallas romanas y cerquita del Mercado Central, se encuentra una de las esculturas más emblemáticas de la ciudad: la estatua de César Augusto.
No es una escultura cualquiera, sino que es un símbolo de identidad y un recordatorio vivo de que Zaragoza tiene sus raíces en la Roma imperial. La escultura no solo rinde homenaje al hombre que fundó la ciudad, sino que también conecta el presente urbano con un pasado de más de dos mil años.
Material y características de la estatua
La estatua de César Augusto que hoy vemos en Zaragoza está realizada en bronce, un material elegido por su resistencia y su aspecto solemne. Representa al emperador en actitud triunfal, portando vestimenta militar, con armadura (coraza) y manto, con el brazo derecho extendido como si estuviera proclamando a las tropas o dirigiéndose a su pueblo.
La escultura es una réplica de una estatua romana de época imperial, cuidadosamente elaborada para conservar los rasgos clásicos del arte romano: proporciones armoniosas, realismo en la indumentaria y expresión de autoridad.
Con el paso del tiempo el bronce ha desarrollado una ligera pátina verdosa que le otorga un aire aún más histórico, integrándose perfectamente con las piedras centenarias de las murallas romanas que la rodean.
Quién fue César Augusto
César Augusto, cuyo nombre de nacimiento fue Gayo Octavio Turino en el año 63 a. C., fue sobrino-nieto y heredero de Julio César. Tras el asesinato de este en el año 44 a. C., Octavio logró imponerse en una compleja guerra civil y, en el año 27 a. C., recibió del Senado el título de Augusto, convirtiéndose en el primer emperador de Roma, hasta su muerte en el 14 d. C.
Su reinado marcó el inicio de la “Pax Romana”, un periodo de paz y estabilidad que se prolongó durante más de dos siglos. Augusto no solo consolidó el poder central, sino que reorganizó el ejército, reformó las finanzas públicas, mejoró las comunicaciones y embelleció Roma con grandes construcciones.
Quién regaló la estatua y cuándo llegó a Zaragoza
La estatua que hoy podemos admirar fue un regalo de la ciudad de Roma gobernada por Benito Mussolini a Zaragoza en 1940, con motivo del bimilenario de la fundación de la antigua Caesaraugusta. Esta donación simbolizó el reconocimiento de los vínculos históricos que unen ambas ciudades desde hace más de dos mil años.
La estatua fue instalada junto a un tramo de muralla romana, lo que refuerza el significado del monumento: Augusto observa la ciudad que fundó, en un lugar que conserva restos, recuerdos de su época.
Ubicación actual
La escultura se encuentra en la Avenida de César Augusto, en un punto estratégico de Zaragoza que conecta la zona del Mercado Central con el Casco Histórico. A escasos metros se encuentran la Torreón de la Zuda, la Catedral-Basílica del Pilar y el Museo del Foro Romano. Esta ubicación no fue elegida al azar sino que está pensada para que el visitante pueda contemplar, en un solo paseo, el legado romano y su evolución hasta la ciudad actual.
Qué construyó Augusto César
Durante su gobierno, Augusto fue un gran impulsor de obras públicas. Reconstruyó templos, levantó nuevos foros, impulsó carreteras, acueductos, puentes y teatros. Bajo su mandato se transformó Roma hasta el punto de que él mismo afirmaba: “Recibí a Roma de ladrillo y la dejé de mármol”.
En Hispania, Augusto fundó y reorganizó varias ciudades, entre ellas Caesaraugusta (actual Zaragoza). Fundada hacia el año 14 a. C., fue establecida como colonia para veteranos de las legiones romanas que habían luchado en las guerras cántabras.
Su ubicación, a orillas del Ebro, le otorgaba un papel estratégico como nudo de comunicaciones y centro comercial.
Caesaraugusta fue la única ciudad romana que llevó el nombre completo del emperador, lo que demuestra su importancia. Como colonia, gozaba de privilegios legales y administrativos, lo que favoreció su rápido desarrollo. Contaba con foro, termas, puerto fluvial, teatro y un complejo sistema de abastecimiento de agua.
El trazado urbano seguía el modelo romano, con calles principales y la ciudad estaba amurallada para protegerse. Muchos de estos restos aún se conservan y forman parte del Museo de Caesaraugusta, un conjunto de espacios arqueológicos que permiten recorrer el foro, el puerto, las termas y el teatro de la antigua ciudad.
El hecho más importante de su gobierno
El hecho más importante de Augusto fue instaurar un sistema estable de gobierno imperial, consolidando su autoridad sin eliminar del todo las instituciones republicanas. La Pax Romana fue el resultado de esta estabilidad, beneficiando tanto a Roma como a sus provincias.
Además, Augusto reorganizó el ejército en legiones permanentes, reformó el sistema fiscal y promovió leyes para fortalecer la familia y la moral pública. También impulsó las artes y la literatura, con figuras como Virgilio, Horacio y Ovidio floreciendo bajo su patrocinio.
Su mayor logro fue la consolidación del Imperio Romano como una estructura duradera. Augusto consiguió mantener el control político, evitar nuevas guerras civiles y sentar las bases de un modelo de gobierno que perduró durante siglos.
Qué simboliza la estatua para Zaragoza
Para Zaragoza, la estatua de César Augusto es mucho más que un monumento: simboliza sus raíces e identidad histórica. Representa al fundador de la ciudad y recuerda que su historia comenzó como una colonia romana privilegiada.
La figura de Augusto, con su porte majestuoso, transmite autoridad, liderazgo y continuidad histórica.
Para turistas y zaragozanos es un punto de referencia urbano, un lugar de encuentro y una parada obligada para quienes visitan el casco histórico.
Como curiosidades de la estatua:
- Réplica exacta y fiel de la estatua Augusto de Prima Porta, hallada en Italia en el siglo XIX, una de las representaciones más famosas del emperador.
- El lugar donde se ubica está cargado de historia. Coincide con el trazado original de la muralla romana que protegía Caesaraugusta.
- El obsequio de la ciudad de Roma fue parte de un programa cultural que buscaba reforzar lazos históricos entre ciudades fundadas por romanos.
- Es uno de los puntos más fotografiados de Zaragoza por su combinación de arte, historia y entorno monumental.
- Al situarse junto a los restos de la muralla, la estatua parece “vigilar” la entrada histórica a la ciudad.
La estatua de César Augusto en Zaragoza no es solo una obra en bronce, es un puente entre siglos de historia. Desde su inauguración en 1940, ha contemplado el crecimiento de una ciudad que, aunque moderna y dinámica, no olvida su pasado romano. En ella convergen el arte, la historia y el orgullo local.
Para el visitante, es una puerta de entrada al conocimiento de la antigua Caesaraugusta; para el zaragozano, un recordatorio de que su ciudad fue concebida por uno de los hombres más influyentes de la historia universal.




