Zaragoza, capital de Aragón, es una de las ciudades más representativas del nordeste español que sorprende a todo aquel que la visita. Es un verdadero tesoro para los amantes de la historia, la arquitectura y el arte.
Bañada por el río Ebro (uno de los más largos y caudalosos de la península ibérica), y con más de dos mil años de historia, Zaragoza ha sido testigo del paso de diferentes culturas: íberos, romanos, musulmanes, judíos y cristianos que han dejado su huella en sus calles, monumentos y edificios.
Esta mezcla cultural se refleja en un impresionante y rico legado arquitectónico y patrimonial, que convierte a la ciudad en un destino obligado para quienes desean sumergirse en la historia y disfrutar de la arquitectura en todas sus formas.
Entre sus joyas más representativas y algunos rincones menos conocidos que merecen una visita, encontramos:
- La Basílica del Pilar: símbolo espiritual y monumental.
- La Seo: historia y arte en la Catedral del Salvador
- La Aljafería: el esplendor del arte islámico en Zaragoza
- Zaragoza romana: un legado milenario
- Patrimonio mudéjar y barroco en las calles de Zaragoza
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Basílica del Pilar: símbolo espiritual y monumental
El corazón indiscutible de Zaragoza, y sin duda uno de los templos más importantes de España, es la Basílica de Nuestra Señora del Pilar. Situada a orillas del Ebro, esta imponente y majestuosa construcción barroca es lugar de peregrinación para miles de fieles que acuden todos los años, a venerar a la Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad.
El origen de esta basílica se remonta al siglo I, cuando, según la tradición cristiana, la Virgen María se le apareció al apóstol Santiago sobre una columna y sobre la cual comenzó a construirse un templo.
Las numerosas ampliaciones y reformas han dado lugar al actual edificio barroco de los siglos XVII y XVIII que hoy conocemos, con once cúpulas y cuatro torres en los extremos.
En su interior donde además de la Santa Capilla donde se encuentra la imagen de la Virgen que atrae a miles de peregrinos y turistas cada año, destacan los frescos de Francisco de Goya en las bóvedas laterales, el órgano barroco y retablos de gran valor.
Subir a una de sus torres es una experiencia única que ningún visitante debería perderse, ya que desde allí se obtienen unas vistas panorámicas espectaculares del casco histórico y del río Ebro.
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La Seo: historia y arte en la catedral del Salvador
Muy cerca de la Basílica, en la misma Plaza de la Seo, se encuentra otro de los grandes monumentos de Zaragoza: la Catedral del Salvador, más conocida como La Seo. Este templo fue construido sobre el antiguo foro romano y una antigua mezquita musulmana.
La Seo es una joya del arte gótico, aunque también muestra elementos románicos, mudéjares, renacentistas y barrocos. Su fachada barroca contrasta con el maravilloso ábside gótico-mudéjar y en su interior destaca:
- El retablo mayor de alabastro uno de los más bellos de España y
- El Museo de Tapices, con piezas que datan de los siglos XV al XVIII.
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El Palacio de La Aljafería: el esplendor del arte islámico en Zaragoza

Uno de los lugares más sorprendentes de la ciudad es el Palacio de la Aljafería, una fortaleza-palacio construida en el siglo XI durante el reinado de Al-Muqtadir, cuando Zaragoza era un reino de taifas musulmán. Este edificio es uno de los pocos ejemplos conservados de arquitectura islámica del periodo taifa en la península ibérica.
Este palacio-fortaleza fue ampliado y reformado en siglos posteriores, convirtiéndose en residencia de los Reyes Católicos y hoy en día es sede de las Cortes de Aragón.
Pasear por sus estancias es hacer un recorrido por la historia de Zaragoza y de España.
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Zaragoza romana: un legado milenario
Zaragoza, fundada por los romanos con el nombre de Caesaraugusta, conserva aún importantes huellas de su pasado imperial.
Uno de los restos arqueológicos más interesantes de España, es la llamada Ruta Caesaraugusta, que permite explorar el legado romano de la ciudad a través de cuatro espacios museísticos: el Teatro Romano, el Foro, las Termas Públicas y el Puerto Fluvial.
- El Teatro Romano, descubierto a mediados del siglo XX, sorprende por sus dimensiones y por el buen estado de conservación de algunos elementos. Con capacidad para unas 6.000 personas, fue uno de los más grandes del Imperio en la Hispania romana.
- El Foro Romano construido en el siglo I, albergaba el mercado, la curia y otros edificios públicos. Hoy en día se conserva como museo subterráneo que muestra la historia romana de la ciudad.
- Las Termas, construidas en el siglo I, eran espacios públicos dedicados al baño, higiene y vida social. Hoy en día pueden visitarse como parte del Museo del Foro.
- El Puerto Fluvial de Caesaragusta, junto al río Ebro, fue un importante centro comercial de la época romana. Construido en el siglo I, sus restos se conservan en el Museo del Puerto Fluvial, y muestra la actividad portuaria de la antigua ciudad.
Las Murallas Romanas, de las que aún se conservan algunos tramos, como el situado junto al Torreón de la Zuda, recuerdan la importancia estratégica que tuvo Zaragoza en la antigüedad.
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Patrimonio mudéjar y barroco en las calles de Zaragoza
El arte mudéjar, nacido de la convivencia entre cristianos y musulmanes, dejó una profunda huella en Zaragoza.
Además de La Seo y otros lugares que merecen ser visitados, destacan:
- La iglesia de San Pablo: declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con su magnífica torre octogonal decorada con cerámica vidriada.
- La iglesia de San Miguel de los Navarros, cuya torre es un excelente ejemplo de mudéjar aragonés; y en el interior, el retablo mayor y la decoración barroca dan cuenta de la riqueza artística de la ciudad.
El barroco está igualmente presente en muchos rincones de Zaragoza. Aparte del Pilar encontramos:
- La iglesia de Santa Isabel de Portugal (o San Cayetano), con su magnífica fachada e su interior lleno de dorados.
- La iglesia de San Juan de los Panetes.
- La iglesia de San Felipe y Santiago el Menor
Paseos con historia: calles, plazas y puentes
Recorrer Zaragoza también implica caminar por sus calles y plazas llenas de historia:
- La Plaza del Pilar, amplia y monumental, reúne en un solo espacio algunos de los principales atractivos turísticos de la ciudad. También es lugar de encuentro y celebración para los zaragozanos.
- El Puente de Piedra, de origen medieval, es una de las mejores formas de cruzar el Ebro con vistas espectaculares al Pilar.
- Pasear por el Casco Antiguo, con calles como Alfonso I, Don Jaime o el entorno del Mercado Central, permite descubrir fachadas renacentistas, palacetes nobles como el Palacio de los Luna o el Palacio de Sástago, y una oferta cultural y gastronómica que enriquece aún más la experiencia.
- Disfrutar de un café en una terraza con vistas al Pilar, tapear en El Tubo, o asistir a una visita guiada nocturna por sus calles son formas de vivir su historia de manera más ntensa.
Zaragoza, una ciudad para visitar sin prisa
Zaragoza no es solo un lugar donde admirar monumentos, es una ciudad viva, acogedora, con ambiente cercano y amable que invita a quedarse. Además cuenta con un rico calendario cultural y festivo destacando las Fiestas del Pilar en octubre.
Para el turista interesado por el patrimonio de la ciudad, Zaragoza es un destino que supera todas las expectativas. Ofrece una experiencia rica, variada y muy profunda, donde cada rincón de la ciudad guarda un pedacito de historia esperando ser descubierto.




