Los atascos en la red de saneamiento de una vivienda, si no se pone pronta solución, son un problema común que puede generar múltiples inconvenientes. Estos bloqueos afectan al sistema de evacuación de aguas residuales, provocando malos olores, lentitud en el drenaje e incluso inundaciones.
¿Por qué se forman los atascos en la red de saneamiento?
La red de saneamiento está formada por una serie de tuberías las cuales recogen y conducen las aguas residuales de baños, cocinas, lavaderos y desagües hacia el alcantarillado general.
La canalización puede llega a obstruirse por varios motivos, entre ellos podemos destacamos:
- Acumulación de residuos sólidos o elementos que no deberían desecharse por los desagües sino a un cubo de basura, como: toallitas húmedas, papel de cocina, algodones o compresas, restos de comida, cabellos entre otros. Estos elementos no se disuelven con facilidad y se acumulan en el interior de las tuberías, formando tapones con el tiempo.
- Grasa y aceites de cocina: Mucha gente vierte aceite o grasa por el fregadero sin saber que, al enfriarse, estos residuos se solidifican y se adhieren a las paredes internas de las tuberías, reduciendo su diámetro y provocando obstrucciones.
- Cal e incrustaciones: En zonas con agua dura rica en cal, esta se puede ir acumulando en el interior de las cañerías, formando una capa sólida que atrapa residuos y favorece el taponamiento.
- Mal diseño o instalación de la red: Tuberías mal inclinadas, con codos excesivos o de diámetro insuficiente, dificultan el flujo del agua y propician la acumulación de sedimentos.
- Raíces y elementos externos: En instalaciones más antiguas o con redes de saneamiento exteriores, las raíces de los árboles pueden penetrar las juntas de las tuberías buscando humedad, lo que también genera obstrucciones graves.
Problemas que conllevan los atascos en la red de saneamiento
Un atasco en las tuberías además de ser una situación muy molesta, si no se resuelve lo antes posibles, puede dar lugar a serios problemas:
- Malos olores: Cuando el agua queda estancada por una obstrucción, los residuos orgánicos comienzan a descomponerse, generando un olor desagradable que se filtra por fregaderos, lavabos, duchas o sanitarios.
- Lentitud en el desagüe: El primer síntoma visible de un atasco es que el agua tarda en irse. Esto puede volverse peor hasta que finalmente se forma un tapón completo que impide el drenaje.
- Inundaciones o desbordamientos: Si el atasco es severo y el agua no puede circular, puede llegar a subir por los desagües, provocando inundaciones en baños o cocinas.
- Daños estructurales y humedad: Un atasco que provoca filtraciones puede causar humedades en paredes, techos o suelos, comprometiendo la estructura del inmueble.
- Costes económicos: Si el problema avanza demasiado, será necesario contratar a profesionales o realizar obras costosas para reparar la red.
Consejos para prevenir futuros atascos
Prevenir es siempre más fácil y económico que reparar, por ello estos son algunos consejos a tener en cuenta que ayudan a prevenir futuros atascos:
- No verter aceite ni restos de comida por el fregadero.
- Usar rejillas o filtros en desagües de cocina y baño.
- No tirar toallitas, algodones ni papel higiénico excesivo por el inodoro.
- Verter agua caliente semanalmente por los desagües como medida preventiva.
- Revisar y limpiar periódicamente los sifones y sumideros.
- No usar productos químicos agresivos, ya que con el tiempo deterioran las tuberías.
Cómo eliminar los atascos con remedios caseros
Antes de recurrir a productos químicos agresivos o solicitar los servicios de un profesional, uno puede probar con soluciones caseras, ecológicas y económicas que en muchos casos resultan ser muy eficaces:
- Bicarbonato y vinagre: Es uno de los métodos más populares y respetuosos con el medio ambiente. El bicarbonato actúa como abrasivo suave y el vinagre como ácido que disuelve residuos. Este método ayuda a descomponer grasa, restos orgánicos y acumulaciones leves.
- Vierte media taza de bicarbonato de sodio por el desagüe.
- Añade una taza de vinagre blanco caliente.
- Tapa el desagüe para que la efervescencia actúe.
- Espera 30 minutos y luego vierte agua hirviendo.
- Agua hirviendo: Simple pero eficaz, sobre todo para deshacer la grasa acumulada.
- Hervir 2-3 litros de agua y verterlos lentamente en el desagüe (en tandas de medio litro).
- Repetir este proceso varias veces a la semana como mantenimiento preventivo.
- Sal gruesa y bicarbonato: Mezclar estos ingredientes crea una reacción que ayuda a deshacer residuos sólidos.
- Echar media taza de sal gruesa por el desagüe.
- Añadir media taza de bicarbonato.
- Deja actuar durante al menos una hora.
- Enjuagar con agua caliente.
- Uso de un desatascador de goma o sopapa: Esta herramienta tradicional sigue siendo muy útil para eliminar atascos simples, especialmente en lavabos y fregaderos.
- Llenar parcialmente el lavabo o fregadero con agua.
- Colocar el desatascador de goma sobre el desagüe y realizar movimientos rápidos de succión.
- Retirar y repetir hasta que el atasco quede eliminado por completo.
- Gancho o alambre: Ideal para extraer cabellos o residuos atrapados en sifones.
- Desenrolla un gancho de alambre (como los de ropa) y forma un gancho en un extremo.
- Introduce el alambre por el desagüe y muévelo para atrapar residuos.
- Sácalo con cuidado y limpia el orificio con agua caliente.
- Limpieza del sifón: En algunos casos, el atasco está en el sifón, la parte curvada bajo el fregadero o lavabo.
- Colocar un cubo debajo y desenroscar el sifón con cuidado.
- Limpiar los residuos acumulados.
- Volver a colocarlo correctamente.
Si después de probar varios remedios caseros el problema persiste, es posible que el atasco esté en un lugar más profundo de la red de tuberías o en la acometida principal. En esos casos, conviene contactar con una empresa de desatascos que disponga de herramientas como: cámaras de inspección de tuberías, máquinas de agua a presión (hidrolimpiadoras), serpentines eléctricos o manuales, sondas de rastreo, equipos de radiofrecuencia, georradares, entre otras.




